Es el pueblo más cercano al nacimiento del río que da nombre a toda la comarca, el Omaña, y es punto de partida para acceder a la montaña mítica de la zona: El Tambarón (ruta señalizada de Las Fuentes del Omaña).
Partiendo de Montrondo puedes conocer El Llao o el Chao (El Lago), reliquia de las eras glaciales al pie de la peña de Los Dados y muy próxima a la cumbre sudoeste del Tambarón. El pueblo celebra el Corpus y Santa Marta.
En los filandones se cuenta la leyenda del dragón del Llao, remota morada de una serpiente descomunal que mantenía aterrorizados a los feligreses del pueblo. El dragón exigía a los vecinos que cada año por la fiesta de El Corpus le entregaran una doncella. La elección de la joven se hacía por sorteo y en cierta ocasión le tocó el turno a una familia poderosa que a base de dinero y coacciones logró sustituir a su hija por una moza de una casa muy pobre.
En víspera del Corpus, cuando la humilde muchacha subía al Llao, una hermosa y dulce anciana, para muchos la Virgen, entregándole un rosario le advirtió: “Cuando la serpiente asome la cabeza fuera del agua, échaselo sobre las fauces”. Y así fue como al arrojarle el rosario “la bicha murió entre horribles estertores, con la cruz atravesada en el tragadero” y desapareció en el fondo para siempre.