Carlos Mallo Molina, cuyo padre es natural de Senra, ha recibido el Premio Goldman 2025, el reconocimiento internacional más prestigioso para activistas medioambientales. Este ingeniero de caminos dejó su carrera en la construcción de puertos para fundar la ONG Innoceana y dedicarse a proteger los océanos. «Estoy seguro de que desde ahí me viene mi obsesión por el mar», explica sobre la influencia de su padre, que tuvo una empresa constructora y edificó puertos en Galicia.
Carlos mantiene fuertes vínculos con la comarca: su tía Carmen Mallo es alcaldesa de Murias de Paredes, visita con frecuencia la zona, y cuenta con dos profesionales leonesas en su equipo. Su lucha logró cancelar el puerto de Fonsalía en Tenerife, un proyecto que dañaría un área marina protegida, y transformó ese espacio en el primer centro de conservación marina de categoría mundial en Canarias.
El premio, entregado el 21 de abril en San Francisco, convierte a Carlos en el tercer español en recibirlo. «Quiero que esto sirva de inspiración para otros ingenieros jóvenes. Se puede hacer algo diferente, y se puede lograr», afirma este omañés de corazón que conecta las raíces de la montaña leonesa con la protección de los océanos del mundo.





